El pasado 20 y 21 de septiembre tuvo lugar el evento de referencia sobre el transporte sostenible, el Green Gas Mobility Summit, donde se analizaron las posibilidades de descarbonización del transporte, con especial atención a aquellas modalidades de difícil electrificación.
Los diversos paneles de congreso mostrados, explicando cómo funciona la tecnología del biometano, las estrategias público-privadas que se están desarrollando y el papel de la industria alimentaria para dar impulso a la economía circular y el uso del biometano en su cadena de valor, han servido para confirmar la oportunidad que tiene España de convertirse en líder europeo de la producción de este gas renovable.
España tiene la oportunidad de convertirse en palanca para impulsar la descarbonización del transporte, pero para lograrlo, se pide a la administración más ambición en los objetivos de gases renovables, poniéndolos a la altura de otros países europeos, como Francia, Alemania o Dinamarca.
También se incide en la necesidad de crear un marco legislativo estable e incentivos adecuados para que, tanto productores, fabricantes de equipos como usuarios, puedan realizar las inversiones necesarias.
En este sentido, Silvia Sanjoaquín, presidenta de Gasnam-Neutral Transport (entidad organizadora del evento) recuerda que un 40% de las actuales emisiones de CO2 no ofrecen una alternativa electrificable. No obstante, «apoyándonos en el creciente parque de vehículos pesados y buques con motorización a gas y en el avanzado desarrollo de la infraestructura de suministro, la ansiada descarbonización, gracias al biometano, es más inmediata de lo que pensamos».
Factores de los que depende el biometano como solución inmediata
Uno de los factores clave para el desarrollo de la cadena de valor del biometano es el residuo orgánico.
La gestión de estos residuos debe ser una prioridad en el país, debiéndose superar diversas barreras para poder aprovecharlos como un recurso, con el desarrollo de modelos de economía circular.
Los gestores de residuos son conscientes de la importancia de la sostenibilidad y abogan por dar una solución óptima para el tratamiento de los residuos orgánicos que permita convertirlos en un recurso energético, el biometano.
Desde nuestra línea de negocio, Genia Bioenergy, además defendemos que el impulso a este gas renovable debe provocar un incremento de la I+D en la tecnología, con el objetivo de mejorar los procesos, aumentar la eficiencia y reducir al mínimo el impacto ambiental.
Aunque la tecnología del biometano está madura y es competitiva, se enfrenta al reto de desarrollar nuevas tecnologías de upgrading más sencillas y económicas, que faciliten su uso e inyección en la red de gas natural.
Además, también es necesario encontrar nuevas aplicaciones para los digeridos y otros subproductos de valor añadido que contribuyen a la economía circular.
En este sentido, Luis Alberto Sebastián González (socio y director técnico de Genia Global Energy) ha manifestado la necesidad de que haya colaboración entre la industria.
Por otra parte, también se ha constatado un incremento en las motorizaciones a gas, lo que representa un punto de transición idóneo para el transporte neutro en emisiones, al permitir la incorporación inmediata del biometano como biocombustible alternativo (GNL y GNC).
De hecho, España lideró el crecimiento de la cuota de matriculaciones de autobuses y camiones GNC/GNL en Europa, con un crecimiento de un 23% y un 4,6%, respectivamente, durante el año pasado. Por lo que desde el propio sector del transporte se está reclamando esta transición sostenible.
Un biometano que ya cuenta con el sistema de garantías de origen en funcionamiento, desde principios de año, con 72 actores habilitados, 22 en proceso de registro, además de tres plantas completamente integradas en el sistema (dos de biometano, una de biogás) y una inscrita provisionalmente.
A este sistema de garantías tan solo le queda pendiente la incorporación de los certificados de sostenibilidad a las garantías de origen. Algo que comenzará a avanzar con la orden ministerial del mecanismo de fomento de los biocarburantes y otros gases renovables en el transporte, que va a incorporar las garantías de origen, la huella de CO2 y la sostenibilidad.
Algunas conclusiones del Green Gas Mobility Summit
La incorporación de los gases renovables (biometano e hidrógeno) en el transporte pesado es imprescindible si queremos alcanzar los objetivos climáticos marcados por la Unión Europea.
Por ello, asociaciones europeas (Eurogas, European Biogas Association y Hydrogen Europe) y compañías que están liderando la transformación sostenible a nivel internacional (STX Group, Iveco Group y Volvo Trucks) reclaman la necesidad de acompasar los objetivos de descarbonización que plantea Europa con medidas que aporten certidumbre en la inversión para los fabricantes de equipos y clientes, ya que se trata de un segmento cuya transformación está siendo lenta.
Tal como destaca Mattia Maritati, head of Gas Business Development de IVECO, «la movilidad con biometano es viable, escalable y rentable, por lo que las políticas de la UE deben reconocer su papel como garantía de inversión, tanto para los fabricantes de equipos originales como para los usuarios finales».
Por su parte, Anna Venturini, policy officer de EBA, destaca que “el biometano es una alternativa lista para usar, local y competitiva en costes frente a los combustibles convencionales para el transporte, lo que representa una solución clave en la transición hacia una economía climáticamente neutra”.
La secretaria general de Gasnam-Neutral Transport, Eugenia Sillero, hace un balance positivo del Green Gas Mobility Summit 23, que ha evidenciado, una vez más, el gran interés por los gases renovables y su uso para poder descarbonizar el sector del transporte. Algo imprescindible si queremos alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Aquí tienes su entrevista en el programa “Movilidad sobre ruedas”, de Capital Radio:
