Desde Europa se ha marcado como objetivo alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Se trata de un ambicioso objetivo que implica una exitosa transición energética y la descarbonización de la economía antes de esa fecha límite. Pero para que esto sea posible, hay que lograr la penetración de las energías renovables a nivel general y una efectiva reducción de las emisiones.
Para ello, España ha dispuesto la Ley 7/2021, de Cambio Climático y Transición Energética (LCC) que establece objetivos a 2030, que implican la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la incorporación de las renovables a nivel general, con especial atención al transporte y al sistema eléctrico, y mejorar la eficiencia energética con un menor consumo de energía primaria.
Si España logra estos objetivos, habrá mejorado su eficiencia energética y la intensidad energética primaria, lo que reduce la dependencia energética del país, permite el avance hacia una economía descarbonizada y la neutralidad climática antes de 2050.
Ahora bien, para cumplir estos objetivos es imprescindible contar con los gases renovables.
Estos desempeñan un papel clave en la reducción de las emisiones específicas de los combustibles fósiles en el sector del transporte aéreo, marítimo y pesado, gracias a su integración como energía renovable.
Además, el despliegue del biogás permitiría conseguir otros objetivos planteados en políticas transversales, como es el desarrollo de la Economía Circular, el Reto Demográfico y la Transición Energética Justa e Inclusiva.
La obtención del biogás a partir de la digestión anaerobia de los residuos orgánicos supone la oportunidad de dar impulso al desarrollo de la economía circular en España, en especial en el sector agropecuario y en la gestión de residuos municipales.
Además, España cuenta con un gran potencial para la producción de este gas renovable, debido al gran tamaño de la industria agropecuaria y agroalimentaria presente en el país, generadoras de los residuos orgánicos necesarios, y llevando a cabo una eficiente gestión de los residuos municipales.
Pero para que el desarrollo del biogás en España sea posible, se requiere de un marco regulatorio adecuado, que incida en la simplificación administrativa, las garantías de origen del gas renovable y en la valorización energética de los residuos orgánicos como opción frente a otras más contaminantes.
La Hoja de Ruta del biogás se presenta como la herramienta necesaria para facilitar el desarrollo de este gas renovable.
Esta hoja de ruta tiene el objeto de identificar los retos y oportunidades para el desarrollo del biogás en España, estableciendo líneas de acción que den cumplimiento a lo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), en su medida 1.8, referente al fomento de los gases renovables, y en la LCC.
A su vez, esta Hoja de Ruta desempeña un papel relevante respecto a los retos transversales del Gobierno de España referentes a la transición ecológica justa, el reto demográfico y la economía circular.
La Hoja de Ruta del biogás plantea una Visión a 2030 y 2050, en línea con el Marco Estratégico de Energía y Clima del Gobierno de España, reflejado en el PNIEC 2021-2030 y en la Estrategia Energética a Largo Plazo
2050 (ELP 2050), estableciendo un objetivo mínimo de producción de biogás de 10,41 TWh anuales en 2030.
Para cumplir con este y otros objetivos, la Hoja de Ruta establece 45 medidas, enmarcadas en cinco áreas estratégicas, que permitirán abordar los desafíos y poder dar impulso al desarrollo de este gas renovable en el país.
Hoja de Ruta del Biogás
La Hoja de Ruta del biogás identifica cinco áreas estratégicas o líneas de acción para clasificar las 45 medidas dirigidas a alcanzar los objetivos establecidos.
Estas líneas de acción son:
- Instrumentos regulatorios: incluye medidas para implementar el sistema de Garantías de Origen del gas renovable (ya aprobado), la simplificación administrativa y eliminación de barreras regulatorias y actuaciones regulatorias en el marco de la economía circular.
- Instrumentos sectoriales: las medidas incluidas en esta línea de acción van dirigidas a las obligaciones de uso, como el establecimiento de objetivos anuales de penetración de biogás/biometano en la venta o consumo de biogás de gas natural. También incluye medidas sectoriales en Economía Circular, como la de potenciar la utilización de materiales derivados de la producción de biogás (digeridos) o la de fomentar la codigestión, y medidas sobre los usos finales del biogás y el biometano. Estas últimas incluyen la promoción de los sistemas de utilización del biogás in situ y priorizar el uso del biometano en el transporte pesado, entre otras.
- Instrumentos económicos: en esta área se establecen medidas destinadas a mejorar el tratamiento fiscal de la producción del biogás, considerando sus efectos positivos en el medioambiente, y establecer ayudas de diversa índole, que den apoyo a su desarrollo.
- Instrumentos transversales: incluye medidas con el objeto de dar apoyo a los proyectos de biogás en zonas de transición justa, potenciar el uso de este gas renovable por parte de las administraciones públicas y acercar este biocombustible a la ciudadanía o promocionar la creación de comunidades energéticas locales en el sector agropecuario, entre otras medidas.
- Impulso a la I+D+i: a través del fomento de la investigación para evaluar y minimizar las emisiones de contaminantes atmosféricos distintos a los gases de efecto invernadero, impulsando proyectos de demostración de utilización de biogás en la industria o con entidades locales de biometano directo en transporte, fomentando la innovación en las tecnologías menos maduras, etc.
Las 45 medidas planteadas en la Hoja de Ruta del biogás suponen una clara apuesta por el desarrollo de este gas renovable, que proporcionará grandes beneficios ambientales, económicos y sociales, sobre todo en áreas rurales y en el sector de residuos, disminuyendo la dependencia energética y potenciando la I+D+i.
Objetivos 2030
En su Visión 2030, la Hoja de Ruta establece una serie de objetivos acorde con los establecidos en el PNIEC 2021-2030. Estos objetivos vienen a ser:
- Alcanzar una producción mínima de biogás de 10,41 TWh anuales, lo que supone multiplicar por 3,8 veces la producción del año 2020.
- Consumir parte del biogás producido directamente, para usos térmicos o de generación de electricidad en propia instalación o de proximidad.
- Un 1% del gas natural consumido a través de la red gasista debe ser biometano.
- En el sector del transporte, el biogás y el biometano contribuirán a alcanzar el objetivo marcado en el PNIEC 2021-2030 de un 28% de energías renovables en el transporte.
La consecución de estos objetivos para 2030 permitiría evitar la emisión de 2,1 Mto de CO2eq a la atmósfera, así como a la reducción de emisiones de metano, lo que supone un impacto ambiental muy positivo.
En nuestra línea de negocio Genia Bioenergy queremos dar impulso a este desarrollo de los gases renovables, ofreciendo un servicio integral para la generación de biogás y biometano, que permita avanzar hacia la transición energética y la descarbonización de la economía.