El cambio climático es un desafío crítico al que debemos enfrentarnos sin más demora. A medida que las temperaturas globales siguen aumentando, las consecuencias climáticas adversas—desde fenómenos meteorológicos extremos hasta la pérdida de biodiversidad—se vuelven más evidentes y perjudiciales.
En respuesta a esta situación, la comunidad internacional ha establecido unos objetivos ambiciosos para limitar el calentamiento global a 1,5˚ C, siendo la descarbonización un elemento fundamental para alcanzar el net zero de emisiones de carbono en 2050.
El concepto de net zero se refiere a un equilibrio entre las emisiones de gases de efecto invernadero liberadas a la atmósfera y la absorción o captura de dichas emisiones, dando un balance neutro de las mismas. Por lo que, para alcanzar este equilibrio, no sólo se requiere de una reducción drástica de las emisiones, sino también del desarrollo de tecnologías que capturen y almacenen el carbono de forma eficiente.
En este escenario, las energías renovables representan un papel protagonista principal, siendo las tecnologías como la solar, eólica o el biometano, las que se sitúan a la vanguardia de la transformación energética global.
Sin embargo, para lograr los objetivos de descarbonización y llegar al net zero para 2050, será necesario acelerar de forma significativa el despliegue y adopción de estas tecnologías.
Las energías renovables como motor de la descarbonización
Actualmente, las energías renovables se consideran el principal motor de la descarbonización.
Según el New Energy Outlook 2024 de BloombergNEF, las fuentes renovables deben desempeñar un papel predominante en la reducción de emisiones y subraya que el despliegue de sus tecnologías debe triplicarse antes de 2030 para cumplir con los objetivos del net zero en 2050.
Panorama actual del despliegue de energías renovables
El desarrollo de energías renovables ha avanzado considerablemente en la última década, con la energía solar y eólica liderando el camino. Sin embargo, a pesar de los avances, las tasas actuales de adopción no son suficientes para alcanzar las metas climáticas.
A nivel global, la inversión en energías limpias sigue siendo insuficiente, y muchos países aún dependen en gran medida de los combustibles fósiles para su suministro energético.
Uno de los principales desafíos es el desequilibrio entre el crecimiento de la demanda de energía y la transición a fuentes renovables. A medida que las economías se expanden, también lo hace la demanda energética. Esto exige una implementación masiva de tecnologías renovables para compensar las emisiones adicionales generadas por el crecimiento económico.
Triplicar las energías renovables para 2030
El informe de BloombergNEF destaca que las energías renovables deben triplicarse antes de 2030 para mantener el objetivo de cero emisiones netas en 2050.
Este crecimiento exponencial sería el necesario para cerrar la brecha entre el uso actual de combustibles fósiles y las energías limpias. Las tecnologías más prometedoras para lograrlo incluyen la energía solar y eólica, que ya han demostrado ser competitivas en costos, frente a las fuentes tradicionales de energía.
Además, el informe proyecta que la inversión en energías renovables debe continuar expandiéndose. Para ello, será fundamental mejorar el acceso a financiación, optimizar las infraestructuras energéticas y promover marcos regulatorios que incentiven la transición hacia fuentes limpias de energía.
Retos y oportunidades en la implementación
Uno de los mayores obstáculos para el despliegue acelerado de las energías renovables es la infraestructura actual disponible. Esta no está diseñada para integrar grandes cantidades de energía intermitente como la procedente de la energía solar y la eólica.
A razón de esto, se requieren de inversiones significativas en almacenamiento de energía y redes inteligentes que permitan una mayor flexibilidad y estabilidad en el suministro energético.
Al mismo tiempo, se están generando grandes oportunidades en la innovación tecnológica. El desarrollo de nuevos sistemas de almacenamiento de energía, como baterías de larga duración y sistemas de hidrógeno verde, podría transformar la capacidad de las energías renovables para satisfacer la demanda a gran escala. Además, la digitalización y automatización de las redes eléctricas permitirán una gestión más eficiente de la generación y distribución de energía.
Descarbonización acelerada para lograr el net zero
La transición hacia un mundo net zero no será posible sin una estrategia coordinada a nivel global.
Según las proyecciones del New Energy Outlook 2024, una descarbonización acelerada requerirá de un enfoque multifacético que combine el despliegue masivo de energías renovables, innovaciones tecnológicas y políticas públicas que favorezcan la transición.
El informe identifica varias estrategias clave para acelerar esta descarbonización. Entre ellas se destacan:
- El aumento de la electrificación: Sectores como el transporte y la industria deben electrificarse lo antes posible, utilizando fuentes renovables para alimentar estos sistemas. La electrificación de los vehículos y la adopción de tecnologías como el hidrógeno verde en la industria pesada son esenciales para reducir las emisiones.
- Mejora en la eficiencia energética: Optimizar el uso de la energía en los edificios, la industria y los servicios públicos puede reducir drásticamente la demanda de energía, permitiendo que las fuentes renovables cubran una mayor parte del consumo total.
- Desarrollo de tecnologías emergentes: La captura y almacenamiento de carbono (CCS) y las tecnologías de biometano también serán fundamentales. El biometano, en particular, ofrece una oportunidad para reemplazar el gas natural en procesos industriales y residenciales, contribuyendo así a la reducción de emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero.
- Innovación tecnológica, políticas públicas y financiación: Para lograr una descarbonización acelerada, será crucial contar con un marco político que fomente la inversión en innovación tecnológica. Los gobiernos deben crear incentivos para que el sector privado invierta en nuevas tecnologías y mejorar la cooperación internacional para facilitar la transferencia de conocimiento y tecnología entre países. Políticas como subsidios a energías limpias, impuestos al carbono y normativas estrictas sobre las emisiones serán vitales para que la transición ocurra a la velocidad requerida.
Estas estrategias subrayan la importancia de actuar rápidamente y de manera coordinada en múltiples sectores para lograr las reducciones de emisiones necesarias a corto y largo plazo.
Alcanzar el net zero para 2050 es uno de los mayores retos de nuestro tiempo, pero también una oportunidad histórica para transformar nuestra economía global hacia un modelo más sostenible.
Las energías renovables, como la solar, eólica y el biometano, son fundamentales para esta transición, pero deben adoptarse a una velocidad sin precedentes. Tal como indican las proyecciones del informe BloombergNEF, será necesario triplicar el despliegue de estas tecnologías antes de 2030.
La cooperación global, la inversión sostenida y un marco político adecuado son esenciales para que los objetivos climáticos sean alcanzables. El tiempo es un recurso cada vez más escaso, y la necesidad de actuar de manera decisiva no podría ser más urgente. Acelerar la descarbonización es el único camino para garantizar un futuro sostenible y cumplir con los compromisos del net zero para 2050.