Tesla
¿Te hubiese gustado invertir en el sector de los coches eléctricos, en junio de 2010, cuando nadie creía en ellos?
Jason DeBolt y Scott Tisdale son dos de los inversores que lo hicieron.
Personas que creyeron en el futuro de Tesla y apostaron por una inversión a largo plazo.
Lo que empezó como una pequeña start-up llamada AC Propulsion, en Silicon Valley, de la mano de los ingenieros Marc Tarpenning y Martin Eberhard, pasó a convertirse en Tesla Motors en 2003, bajo el liderazgo de Elon Musk, un emprendedor e inventor de corazón. El papel de Elon Musk fue clave para la recaudación de fondos.
Tesla Mostors se confiere como una compañía fabricante de automóviles totalmente eléctricos. Su objetivo era el de crear vehículos mejores que los de gasolina o diesel, con buena potencia y autonomía, ligeros y que produjeran cero emisiones.
Lanza, así, su primera creación en 2003, el Tesla Roadster. Un coche deportivo completamente eléctrico.
Este primer lanzamiento les iba a provocar pérdidas, pero habían ganado un nicho en el mercado.
Le siguieron nuevos modelos de vehículos más asequibles, siendo el que consigue abarcar un segmento más amplio de mercado el Testla Model 3. Tesla Motors se convierte, así, en pionera al acercar los automóviles eléctricos al mercado masivo, algo que es bien recibido.
La firma ha aportado innovación a la industria automotriz.
Una innovación enfocada en la reducción de emisiones y en la que ha ganado experiencia, adquirido la infraestructura y los medios para posicionarse como la primera opción en este sector.
Pero este hito no le ha evitado tener que superar problemas.
Problemas como el de generar ganancias. Con un capital procedente de inversiones privadas, tuvo que afrontar la crisis de la burbuja inmobiliaria que afectó a todos los ámbitos de la economía, incluido el sector tecnológico. Tesla Motos estuvo a punto de cerrar.
La compañía se vio obligada a reducir su fuerza de trabajo en un 10% para reducir la quema de capital, que estaba fuera de control. Y es en este momento, en mayo de 2009, cuando el holding alemán Daimier Ag, fabricante de Mercedes-Benz, adquiere una participación accionaria del 10% de Tesla Motors, aportando una inversión de 50 millones de dólares.
Este hecho no solo le insufló aire a Tesla Motors, sino que también significaba mejores perspectivas de futuro.
Que una empresa automovilística de la envergadura de Mercedes-Benz se fijara en Tesla Motors significaba que el negocio de los automóviles eléctricos estaba empezando a sonar con más fuerza en el mercado. Y así fue.
Tesla Motors salió a bolsa en junio de 2010, con un precio de 17 dólares por acción.
Desde entonces, las alzas y caídas que han experimentado las acciones en el mercado de valores han sido para los inversores como estar en una montaña rusa.
Sin embargo, inversores como DeBolt y Tisdale, que lograron resistir la volatilidad bursátil, han visto el esfuerzo recompensado.
DeBolt, que empezó en 2013 comprando 2.500 acciones por un coste de 19.000 dólares y continuó comprando más acciones, ahora posee 15.000 acciones por un valor cercano a los 10 millones de dólares.
Tisdale, también comenzó a invertir en 2013 y hasta ahora tiene acumuladas unas 4.000 acciones, cuyo valor actual es cercano a los 2,8 millones de dólares.
Y es que, las acciones de Tesla Motors llegaron a subir más de un 700% en 2020, convirtiéndose en la empresa automotriz más valiosa del mundo.
Un punto clave de su atractivo para los inversores es que Tesla Motors es más que una empresa de autos. La compañía ha desarrollado todo el conjunto que forma parte de los nuevos vehículos eléctricos (baterías, electrónica de transmisión, caja de cambios ligera, etc) y una plataforma modular que permite reubicar y reutilizar los componentes de diferentes carrocerías, lo que supone un ahorro significativo en costos y peso.
Tesla Motors está jugando un papel importante en la transición de los combustibles fósiles a la energía eléctrica y el almacenamiento.
¿Cómo valorarán los inversores esta tecnología del mañana?
Tesla Motors ha sabido encontrar nuevas formas de hacer las cosas, de detectar áreas de oportunidad.
Un empresa joven e innovadora que se fundamenta en la responsabilidad ambiental y cuyo modelo de negocio está basado en la idea de mejorar el mundo.
Esta misma idea y visión de futuro es la que compartimos nosotros.
En Genia queremos cambiar el mundo y la forma en la que las personas y empresas entienden el uso y la gestión de la energía, proponiendo nuevos modelos y tecnologías, para descarbonizar nuestro sistema energético con soluciones de economía circular.